Ana Flávia Cabral Souza Leite
Nuestra Mujer Positiva es Ana Flávia Cabral Souza Leite, quien, al frente de la Orquesta Sinfónica Brasileña (OSB), une gestión, cultura e impacto social, transformando la música en una poderosa herramienta de educación e inclusión. Con una trayectoria que transita por el Derecho y la gestión pública, se ha consolidado como una líder inspiradora para el sector.
1.¿Cómo comenzó su carrera?
Tengo la convicción de que la carrera comienza con la noción de trabajo y responsabilidad. Y mi primer trabajo fue como mensajera en la empresa de mi madre, lo cual, en lugar de ser un privilegio, hacía todo aún más rígido, porque había menos espacio para equivocarse. Vivíamos en una ciudad pequeña, yo hacía todo a pie, pero imaginen... en aquella época teníamos que pagar los recibos en el banco, había filas y era necesario saber comunicarse. Las tareas relacionadas con el registro siempre tenían que ver con plazos. Así que involucraban mucha emoción. También fui cuidadora voluntaria en la Casa de la Niñez en esa misma época. Nos educaron para practicar el bien al prójimo. Esos dos trabajos significan mis primeros contactos con el compromiso hacia los demás, dentro de una atmósfera de seriedad, en la que las personas involucradas también están comprometidas con sus responsabilidades. Por lo tanto, cada uno debe hacer su parte lo mejor posible.
Cuando comencé a trabajar en un despacho de abogados en 2001, durante mi primer año de universidad, ya tenía cierta noción de plazos, formalidades, postura, dinámicas de registro, tribunales y bancos. Me ayudó mucho haber empezado a trabajar temprano. Mi carrera se fue construyendo mediante la suma de los emprendimientos académicos con los trabajos técnicos y tuve mucha suerte de haber tenido excelentes profesores a lo largo de toda mi relación con la universidad, al mismo tiempo que fui exitosa en las experiencias de las prácticas jurídicas. Todo esto creó una buena base para que, ahora como abogada y con la Ordem dos Advogados do Brasil (OAB), pudiera tomar decisiones innovadoras, como cuando decidí trabajar en la Orquesta Sinfónica del Estado de São Paulo.
2.¿Cuál fue el momento más difícil de su carrera?
Fue el período del impeachment. En ese momento, era secretaria de Planificación, Presupuesto y Administración del Ministerio de Cultura (MinC) y ocurrió el destituimiento de la presidenta. Cuando asumió el vicepresidente, se tomó la decisión de extinguir el Ministerio de Cultura. Pero el Ministerio de Cultura no es solo un “proyecto” o un “asunto” dentro de un gobierno. El MinC tiene una serie de atribuciones relacionadas con la compleja gestión de personas y un presupuesto de gran envergadura, que abarca todos los equipos culturales nacionales como el Instituto Brasileño de Museos (Ibram), la Agencia Nacional del Cine (Ancine), la Fundación Nacional de Artes (Funarte), la Fundación Biblioteca Nacional, la Fundación Casa de Rui Barbosa, la Fundación Palmares. Estaba en marcha toda la planificación y ejecución de las Olimpiadas de 2016... Extinguir el MinC implicaba extinguir toda la infraestructura de la cultura nacional y eso se hizo por medio de una medida provisional. De la noche a la mañana, ya no podía firmar ni la nómina de pagos. En cuestión de horas, éramos 3,5 mil empleados que ni siquiera podían recibir su salario porque la cuenta del MinC fue extinguida. Al mismo tiempo, comenzó el movimiento "Ocupa MinC" por parte de la sociedad civil y todos los equipos nacionales fueron ocupados en protesta contra la extinción del ministerio. Mi vida pasó a ser administrar órdenes policiales de desocupación en todo Brasil... Durante algunos largos meses, con una crisis aguda de caída del cabello y úlceras, todo lo que conocía sobre la importancia de la cultura para una sociedad pasó a ser irrelevante. Pasé 40 días trabajando en la defensa de la reactivación del ministerio y, en unas semanas, la medida provisional fue reeditada y el MinC restablecido.
3.¿Cómo logra equilibrar su vida personal y su vida corporativa/emprendedora?
Debo ser sincera y confesar que aún no he encontrado un punto de equilibrio entre la vida personal y la vida corporativa/emprendedora. Además de mi trabajo en la Fundación OSB, soy miembro del Consejo de Comunicación Social del Congreso Nacional y profesora-coordinadora de Field Project en la Facultad de Derecho de la Fundación Getúlio Vargas, de Río de Janeiro, y recientemente fui nombrada consejera de un instituto vinculado a una gran empresa de tecnología para el mercado financiero.
Dado que trabajo en diversas áreas y en varias organizaciones, tengo una rutina con grandes demandas, muchas reuniones y viajes. Aprendí a hacer ejercicio físico en línea, llevo a mi entrenadora a todos los lugares del mundo conmigo. Planifico momentos específicos dedicados a mi familia y dejo el celular de lado para estar con ellos. Pero para mí, la maternidad va más allá de la misión de cuidar de mi hija: tiene que ver con la manera de ver el mundo y cómo afrontar la vida, que pasó de un protocolo de supervivencia a una siembra de bellezas sin garantías. Una vida de jardines. Mi hija es el viento mismo de la transformación y, por eso, la maternidad está también directamente vinculada a mi vida profesional.
4.¿Cuál es su mayor sueño?
En 2017, propuse la creación en la OSB del proyecto Conexiones Musicales, un programa de educación musical que lleva la enseñanza de la música a niños y adolescentes de escuelas públicas y proyectos sociales. Desde entonces, el programa ha alcanzado a más de nueve mil alumnos en 38 ciudades de 11 estados. El público superó la cifra de 80 mil espectadores.
Fue este proyecto el que otorgó a la Fundación OSB el premio Music Cities Awards en la categoría de mejor iniciativa de apoyo a la educación musical y el desarrollo de carreras. Cada vez que voy a una ciudad para concretar una nueva etapa de este programa, me emociona ver su poder de transformación sobre los niños, los padres, los maestros y la comunidad. Mi sueño se ha ido moldeando a lo largo de Conexiones Musicales y ahora es llevar educación musical gratuita a todo el mundo.
5.¿Cuál es su mayor logro?
He trabajado en muchos lugares, en grandes organizaciones, he tenido grandes maestros y estoy segura de que mi mayor logro fue el equipo que tuve la oportunidad de formar y que llevo conmigo para el resto de mi vida. Por eso, mi mayor logro es el colectivo, es el equipo.
6.¿Libro, película y mujer que admira?
Libro: Grande Sertões Veredas (Guimarães Rosa)
Película: Fremont (dirigida por Babak Jalali y coescrita por Carolina Cavalli)
Mujer: todas las mujeres que trabajan incansablemente para construir la educación en Brasil.