Andréa Krug
Nuestra Mujer Positiva es Andréa Krug, psicóloga, especialista en liderazgo y autora del libro "¿Te atreves? La guía definitiva de supervivencia en el liderazgo - Las habilidades para convertirte en un líder inspirador".
1. ¿Cómo comenzó tu carrera?
Mi trayectoria profesional comenzó en la facultad de Psicología, pero al principio me sentía un poco perdida, ya que el área terapéutica no me atraía tanto. Luego, tuve la oportunidad de pasar un año en Inglaterra con mi familia. Fue allí donde tuve mi primer contacto con la psicología humanista, especialmente el enfoque centrado en la persona de Carl Rogers. Percibí, entonces, que la psicología podía ir más allá del consultorio y tener un papel fundamental dentro de las organizaciones.
Al regresar a Brasil, a finales de los años 80, volví decidida a trabajar en Recursos Humanos —en esa época aún conocido como Departamento de Personal (DP)—. Busqué incansablemente hasta conseguir una de las seis vacantes de prácticas en RRHH disponibles en la ciudad de Río de Janeiro. Después de seis meses, fui contratada, incluso sin haber concluido la carrera, y desde entonces no he parado.
2. ¿Cómo se estructura el modelo de negocio de MAK?
El modelo de negocio de MAK se fundamenta en mi reputación profesional, construida a lo largo de una carrera marcada por la innovación, una sólida formación teórica y la capacidad de realizar proyectos con excelencia. Como microempresaria, mantengo una estructura sencilla y, cuando es necesario, contrato puntualmente servicios de profesionales especializados, como contadores o consultores de redes sociales.
Además, valoro las colaboraciones estratégicas para sumar competencias y ofrecer soluciones más completas. Siempre he creído que dos cabezas piensan mejor que una, por eso establezco alianzas con otras empresas y profesionales destacados. Por ejemplo, realizo entrenamientos gamificados en conjunto con la Triunica y traduzco aprendizajes de la Fórmula 1 al ambiente corporativo en asociación con la Automotor. De esta forma, la MAK se sustenta en una red colaborativa, uniendo experiencia y creatividad para satisfacer las demandas del mercado de manera innovadora y eficaz.
3. ¿Cuál fue el momento más difícil de tu carrera?
Cuando mi hija aún era recién nacida, alrededor de los seis o siete meses de edad, yo ya había regresado de la licencia de maternidad. En ese período, la empresa donde trabajaba sufrió un cambio de control accionario, y el nuevo accionista decidió interrumpir todos los proyectos en curso. Como consecuencia, el área que yo gestionaba prácticamente dejó de operar.
A corto plazo, no había un problema inmediato: yo estaba bien evaluada, vivía cerca del trabajo (lo cual era fundamental para quien tiene un bebé en casa) y tenía una buena reputación en la empresa. A pesar de eso, mi inquietud me llevaba a pensar en el futuro. Me preguntaba: "Está todo bien ahora, pero ¿y a medio y largo plazo? ¿Me voy a estancar? ¿Qué logros tendré para contar?".
Ante este escenario, decidí tener una conversación sincera con mi director. Intentamos, primero, un traslado al área comercial y de atención al cliente, pero la oportunidad no surgió. Entonces, insistí en ser desvinculada de la empresa. Él aceptó, pidiéndome solo que me quedara hasta fin de mes, lo cual acepté prontamente.
Al día siguiente, mientras amamantaba a mi hija con la televisión encendida, vi el primer avión colisionar con una de las torres del World Trade Center. Ni siquiera fue necesario esperar el segundo impacto para comprender la gravedad de la situación y la posibilidad de que el mundo entraría en recesión. Pensé seriamente en echarme atrás, pero mantuve mi decisión.
Afortunadamente, existía otra empresa del mismo segmento iniciando sus operaciones. Al saber que yo me marchaba, me invitaron a ocupar un cargo similar. No llegué a estar ni un día desempleada, pero aun así, tuve mucho miedo de que todo saliera mal, pues ahora tenía una hija que criar.
4. ¿Cómo logras equilibrar tu vida personal y tu vida corporativa/emprendedora?
Mantener el equilibrio entre vida personal y carrera siempre ha sido un gran desafío para mí, desde la época en que era ejecutiva. Trabajé intensamente y no reduje el ritmo ni siquiera después del nacimiento de mi hija. Cuando ella tenía unos dos años y medio, yo viajaba mucho por trabajo. En uno de esos viajes, al regresar a casa, ella me preguntó: "Mamá, ¿conoces a la Barbie mariposa?". Respondí que no, y entonces ella, agitando los brazos como si fueran alas, completó: "Está aprendiendo a volar para estar cerca de su mamá". Ni necesito decir lo mucho que aquello me emocionó.
Aun así, tardé en cambiar mi rutina. Mi mayor modelo de dedicación siempre fue mi madre, cuya principal profesión fue criar cuatro hijos. Por eso, la falta de equilibrio fue el punto más difícil para mí. Cargué la culpa de no estar tan presente como me hubiera gustado e intenté compensar con regalos, fiestas y ropa para mi hija. Hoy, ella tiene 24 años, es una mujer segura, valora el trabajo y sabe divertirse. Aunque me siento muy orgullosa de ella, sé que perdí momentos importantes de su crecimiento por no haber encontrado ese equilibrio antes.
5. ¿Cuál es tu mayor sueño?
Mi mayor sueño, desde siempre, es que las organizaciones sean entornos de desarrollo real, donde todas las personas tengan las mismas oportunidades, independientemente de género, raza u orientación sexual. Deseo un escenario en el que la meritocracia sea de hecho el punto de partida igual para todos, y no solo una línea de llegada difícil de alcanzar. Fue esta visión la que me llevó a seguir una carrera en Recursos Humanos y me sigue impulsando hasta hoy.
6. ¿Cuál es tu mayor logro?
Recientemente, lancé mi libro "¿Te atreves? La guía de supervivencia en el liderazgo". Cuando decidí convertirme en consultora, me prometí a mí misma que ayudaría a curar los "dolores del alma" de los gerentes. En mi experiencia, nunca conocí a un líder que saliera de casa con la intención de perjudicar a su equipo; por el contrario, veía a personas dedicadas, pero que aun así no obtenían éxito en el desarrollo de sus equipos.
Fue ante esta realidad que surgió la idea de crear un libro práctico, con herramientas básicas para gestionar personas y procesos, además de señalar las "cáscaras de plátano" que pueden sabotear hasta las mejores intenciones. He recibido comentarios muy positivos, como "si hubiera leído este libro antes de convertirme en gerente, habría evitado muchos errores". En solo dos meses, la primera edición se agotó. Nada me hace sentir más realizada que saber que estoy contribuyendo a hacer las relaciones entre gerentes y equipos más saludables.
7. Libro, película y mujer que admiras (no puede ser tu madre).
Siempre es difícil elegir solo un libro, ya que hay varias obras que me inspiran. Aun así, destaco Ejecución, de Ram Charan, como el que más me enseñó sobre el mundo corporativo. En cuanto a películas, Highlander me marcó mucho al plantear la pregunta "¿Quién quiere vivir para siempre?", y, más recientemente, Todavía estoy aquí también me impactó bastante.
En cuanto a la mujer que admiro (además de mi madre), cito a Margaret Thatcher, la "Dama de Hierro". Independientemente de estar de acuerdo o no con sus posiciones políticas, ella alcanzó un nivel hasta entonces inimaginable para las mujeres en su época, abriendo caminos y demostrando fuerza y liderazgo.