Un tiempo por tiempo
UN TIEMPO POR TIEMPO
El tiempo ha pasado muy rápido.
No estamos dando tiempo al tiempo.
Corremos tanto que pensamos que su movimiento se ha visto alterado por nuestra prisa, pero permanece tranquilo, obedeciendo su tiempo. El puntero continúa a su ritmo permanente, y somos nosotros los que aceleramos el nuestro. No hay tiempo para tomarlo.
Nos quejamos que el tiempo vuela, que no tenemos tiempo para nada, que cuando miramos el reloj detectamos que llegamos tarde, que ha pasado el día, llegando a la conclusión de que no hicimos la mitad de lo planeado.
El problema es que estamos planeando mucho, preocupándonos por muchas cosas y dentro de esas muchas, muchas cosas han obstaculizado el avance de nuestro tiempo. No nos damos cuenta o estamos perdiendo la forma de caminar según vuestro ritmo.
Perdemos la noción del tiempo y hacemos nuestro propio tiempo.
Pero nuestro tiempo a menudo no está en consonancia con el tiempo, por lo que el tiempo pasa dejando la sensación de que no lo estamos disfrutando como debería ser.
El hecho es que el tiempo sigue dando tiempo a todos para detenerse y reflexionar sobre cómo se está utilizando.
No corre, no se demora, no se detiene, pero espera que no sea responsable de arrepentimientos o quejas, ya que es las 24 horas del día, los 365 días del año y otras formas de contar para su rescate.
El tiempo está ahí y se va.
Pero no te apresures, hazlo.